martes, 14 de agosto de 2012

Un día como hoy, diez años atrás...

Diez años pasaron ¿Quién diría que dentro de diez años estaría contándolo como una anécdota?
Hace diez años me encontraba internada, sin saber que estaba pasando. Ya ni recuerdo si sentía dolor alguno en ese momento. Hace diez años comenzó la terrible pesadilla, esa que me enseñó tantas cosas, tantos valores. Esa que me costó tanto superar. Esa que hoy cuento con tanto orgullo.
Tan sólo cuatro años tenía cuando cientos de preguntas rondaban dentro mío: ¿por qué estamos acá? ¿qué pasó? ¿cuándo volvemos a casa? ¿por qué me pinchan tanto? ¿qué me van a hacer?  y ¿por qué?  ¡me quiero ir!
Cuatro años tenía cuando los pelos se me fueron yendo de la cabeza hasta quedarme completamente pelada. Cuatro años tenía cuando mi ojo izquierdo fue evolucionando día a día hasta ser lo que hoy es, y lograr que me importe poco y nada que me miraran en la calle, en la escuela, en la vida. Lograr no llorar cuando me mirasen, me preguntasen que me pasó o cuando se burlaban de mi. Hoy en día entiendo que, tan solo, es algo estético que no define que tipo de persona soy.
Pero después de todo, la vida se trata de eso, de luchar día tras día, enfrentarse a cosas que, aunque uno no quiere, suceden, superar cada obstáculo que se presente, vivir la vida, vivir el hoy.
Mi mamá me dice: cada cosa tiene su causa y su consecuencia, todo ocurre por y para algo en la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario