viernes, 31 de agosto de 2012

Hoy, después de tantos años, volví a escuchar su voz de nuevo. Nesitaba hacerlo, era algo que venía queriendo hacer hace un (largo) tiempo, pero por una razón o por otra no podía, el momento no lo indicaba, y, aparte, paso todo muy rápido.
Pensar que hace cuatro años, ahora estaba con ella, y ahora no puedo esperar a que empiece la semana (cosa que nunca quiero que pase) para volver a verla de nuevo.
Hablar con ella hoy, le dio felicidad a este día, le dio sentido. Hoy se dibujó en mi cara una sonrisa con una felicidad que nunca antes (desde que tengo uso de razón) había sentido. Le dio alivio, me sentí relajada de poder tener contacto con ella después de tanto tiempo. Antes me sentía inquieta, incómoda, angustiada, pero no perdía las esperanzas de que, si yo lo deseaba mucho, la vería de nuevo. Y se ve que todo pasó como tenía que pasar para que el día de hoy vuelva a escucharla. Si ella está feliz, yo lo estoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario